domingo, 13 de abril de 2014

A bombo y platillo

Hemos comido en un restaurante recomendado en una red social. Se llama a bombo y platillo. Tenía buena pinta el sitio, así que nos hemos ido a Alcantarilla a probar las tapas y platos que la página proponía.
 Lo primero que nos hemos encontrado ha sido un lugar muy frío, con luces azules de tipo Led, que más que un restaurante parecía la sala de quirófano de un hospital; mesas metálicas con manteles de papel negro, sin nada que lo hiciera acogedor. Una lástima, porque esperábamos un lugar que invitara a una conversación con copa después de comer.
A pesar de esto, hemos decidido comer allí, por eso de que el cocinero y dueño del local, había trabajado con Arzak.
Este ha sido el menú:


TAPAS: Mousse de foie con gelatina de ron y coca-cola. Bien presentado. La mousse no estaba mal pero la gelatína estaba helada y, mejor no comparto el comentario de Trini en cuanto a su sabor. 
Para untar sobre unas tostaditas con pasas que estaban muy buenas.



Pulpo roquero a la plancha. Acompañado de una cama de patatas y cebollas cocidas con un toque de pimentón murciano. Muy rico, tanto en sabor como en textura.



                                                                     



Croquetas caseras de pollo. Obsequio de la casa. De un tamaño descomunal, como si no hubiera un mañana y, aroma a fritanga.



Entrecott de buey a la parrilla. acompañado de patatas fritas y pimientos de Padrón.
La carne estaba aceptable, no para tirar cohetes, pero bien.



Conclusión: Está muy bueno, no quiero más.






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