sábado, 21 de junio de 2014

Tutti Fruti

Hay dos sitios en Altea a los que no podemos faltar cuando vamos, uno es L´espill, una cafetería-librería frente al mar, y el restaurante Tutti Fruti.
 Desde hace varios años es nuestro restaurante de referencia por varios motivos. El primero y más importante, por la calidad de la comida y la variedad en sus menús; el segundo por el trato afable de los camareros y la decoración del mismo y, por último, por sus vistas al mar desde cualquiera de sus dos terrazas y desde algunos sitios del interior.
 Sus menús del día nada tienen que ver con el de la mayoría de restaurantes, cambian mucho y son platos que, normalmente, pedirías en un buen restaurante como plato de carta. Lo mismo te sirven un gulash, que un cous-cous que una carne a la piedra o una fondue de queso, que está de muerte.















 Siempre te ponen pan recién hecho con alioli mientras esperas que llegue la comida.
Así fue el menú del día que tomamos ayer:
     
                                                               







Una ensalada deliciosa con crema de yogourt como aliño y el pan aún caliente. Una delicia.



                                     

Tom Dooley Grill mixto, de ternera y cerdo, ambas solomillo. Las dos carnes muy tiernas. Tiene la ventaja sobre la carne a la piedra de que el hierro donde están pinchadas, mantiene la carne caliente sin que salgas del restaurante con peste a cocinilla. La carne se flambea con whisky y se sirve con cinco salsas, arroz blanco y patatas fritas.
 La atención y la simpatía del camarero y la cocinera, merecen una nominación.
El restaurante está en la calle San Pere, 33
Tfn.: 966 88 10 40
















viernes, 20 de junio de 2014

Castell de Guadalest











                                                                                                         





Una población de 204 habitantes, situada al norte de la Marina Baixa; rodeada de impresionantes montañas (al norte la sierra de Aixortá 1.126m; al sur la sierra de Aitana 1558m; al oeste la sierra Serrella, 1361m y al este la sierra de Bernia 1228m).
Uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Alicante. Todos los que están situados en esa zona son preciosos; Castell de Castells al norte, Bolulla y Callosa d´en Sarriá al este, al oeste Benimantell, y Polop de la Marina al sur.
Pero vamos a centrarnos hoy en Guadalest.
Un pueblo comerciante y artesano tanto a las afueras del castillo como dentro de su recinto, donde se encuentra la "Casa Orduña", que fue construida después del gran terremoto que arrasó la comarca y asoló las dependencias del Castillo.
 Fue construida por la familia de los Orduña (de estirpe vasca), con una planta irregular. Por el este se apoya y supera las rocas, por el oeste, junto a la iglesia, ocupa espacios sobre las capillas de la parte de la epístola.
Tiene cuatro niveles y una bodega.
 Vamos a recorrer, con las fotos, el camino hacia el castillo y la casa Orduña.

                                                                 
















Subiendo las escaleras a mano izquierda, nos encontramos con el estudio de pintura de Joan Vidal trabajando en una colección de paisajes siderales. Dice que en el pueblo se puede vivir de la pintura, unas veces mejor y otras peor
 Joan Vidal, como autor de la colección Cielos siderales, es un místico, y me recuerda a la música que compuso Gustav Holst para su suite “Los Planetas”, pero concretamente para Neptuno.Meditativo, ajeno, harto del mundo humano, lejos, flotando en una configuración de luces que le producen placer, en un mundo que viene de los cielos nublados del norte, donde los coleccionistas suecos, noruegos y daneses, y también alemanes, van buscando esos colores que ellos saben apreciar. Y los saben apreciar, a diferencia del observador contemporáneo, socarrón, patrio, de Joan, porque vienen de un mundo sin luz. (publicado en la REA)



                 
















Seguimos callejeando y ya vemos la torre incrustada en la roca, en un paisaje que me recuerda a Marruecos. Bajamos la cuesta que lleva al museo Ribera Girona y al Jardín Mágico, que todos merecemos ver (reza en la entrada) pero que está bastante abandonado, para comenzar la subida al castillo.



















                        El aire es fresco. La temperatura, pese a estar tan cerca del mar, no es tan calurosa como en la zona de costa. Al fondo del tunel de la entrada, se ve la Casa de Orduña.

                                                                                                       










Junto a ella, la Iglesia; pequeña y fresca.
Continuamos andando hacia la plaza, desde donde podremos ver las sierras y el embalse, con falta de agua, por este año tan seco que hemos tenido.




El paisaje es espectacular. Ese espacio abierto a todos los mundos, tanta belleza me deja sin palabras...
solo puedo sentir y emocionarme.









Guadalest existía ya en la época musulmana y, después de la conquista cristiana, siguó manteniendo una gran población islámica.
En 1609, los moriscos fueron expulsados y el vacío demográfico, intentó subsanarse con la Carta Puebla de 1611.





Durante la Guerra de Sucesión, en 1708, el castillo de San José fue volado, afectando gravemente a su ala oeste y, la Casa Orduña fue incendiada.
En el siglo XX comienzan las obras del embalse 1953, terminándose en 1971.
Guadalest fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974





Ya de vuelta, entramos en la prisión-aljibe, de pequeñas dimensiones que hoy se comunica con la cárcel del siglo XII, situada en planta baja, y que fue utilizada antiguamente como juzgado y prisión.



























Ya saliendo, no podemos por menos que maravillarnos ante estos paisajes y este centro urbano lleno de tiendas de regalos variopintos y etnográficos y, los museos más curiosos que tiene la provincia de Alicante.
Da lo mismo las veces que vayas a este pueblo, siempre te sorprenderás.





                                                   



martes, 17 de junio de 2014

Zerca



Villajoyosa (La Vila) está situada al sur de la comarca de la Marina Baixa. Se conoce mal la importancia de la ciudad Ibérica cuyos restos yacen bajo el casco antiguo, y que debe corresponderse con la Alonis que citan los geógrafos griegos de la época.
 Hay dos necrópolis, la del Poble Nou y la Casetes, ambas con tumbas de entre los s. VI a.C, a los siglos IV-V d.C. En ellas se ha encontrado numerosas joyas fenicias entre las que destaca el collar del Poble Nou.
La Vila alcanzó la categoría de municipium hacia el 74 d.C. bajo el emperador Vespasiano. Después no se menciona la ciudad en ningún documento de los que generó la Reconquista, por lo tanto no hay restos medievales anteriores a 1300 y, si muchos a partir de esa fecha.
 Villajoyosa es una ciudad nueva, creada por el capitán de la Corona de Aragón, Bernart de Sarriá, noble al servicio del rey Jaime II el Justo, en momentos de expansión territorial de los reinos cristianos de Castilla y Aragón por tierras alicantinas y murcianas
 El casco antiguo conserva la planta típica de una ciudad de reconquista, con urbanismo en parrilla, caracterizado por calles largas que descienden hacia el mar en paralelo a las murallas y otras que se cruzan perpendicularmente.

Me encantan las casa pintadas de colores alegres, colgadas sobre el río Amadorio y que forman el barrio de pescadores.
Cuentan que las pintaron así para identificarlas. Algunas aprovecharon los muros que defendian de los piratas en la época de Felipe II.
Una alegría para la vista nada más entrar en la ciudad.







El Ayuntamiento está situado sobre un arco, y es bastante curioso que así sea.


Pero vamos a lo que vamos, a lo nuestro, a comer.
 Fuimos al restaurante al que vamos siempre que estamos en La Vila, el restaurante Zerca. Un lugar espacioso, con terraza cubierta donde comer en días calurosos como hoy. La comida es sencilla pero bien preparada.









Con el aperitivo, unas aceitunas partidas, una cerveza en jarra muy fría y un huevo relleno de atún, yema y salsa rosa.







Una ensalada de verano bien condimentada con lo básico, aceite de oliva y sal. 













Y de segundo bacalao con una salsa suave de ajos, ajos fritos y espaguetti con salsa de perejil. Una ración más que suficiente




Los fines de semana hay actuaciones de jazz y, los sábados va una cocinera especializada en Sushi.
 La cocina es de buena calidad, de mercado. Los platos bien servidos y decorados y la atención es muy buena.


Se encuentra en la calle Colón, 21
Tfn.: 965 89 58 62
Los precios son módicos y tienen un buen menú por 10€





















                                                    






























sábado, 14 de junio de 2014

El Churra

El Churra es una empresa murciana que, comenzó su andadura en 1955 con la construcción de un merendero en plena huerta de Murcia. Hoy, ese merendero, es uno de los mejores restaurantes y más innovadores que hay en la capital, sin dejar de ofrecer los sabores típicos de la gastronomía murciana, que es una de las más amplias del territorio nacional.

                                                    




Los principios del Churra






La barra del Churra, hoy en día.







                                                
 Ayer comimos allí. Vamos con frecuencia a probar nuevos platos y porque es un lugar cómodo, perfectamente atendido, donde sabes que la calidad es siempre buenísima y, donde ya nos encontramos como en casa.
 Su jefe de cocina, Juan Antonio García, empezó a trabajar en el Churra cuando tenía sólo 16 años como ayudante de cocina, luego estuvo en otros restaurantes y volvió a sus orígenes, aportando nuevas experiencias y nuevas maneras de entender la cocina, respetando lo que la gente que va al restaurante busca, los sabores murcianos.


                                                                  Como pasa siempre en esta época del año, hacía mucho calor, así que empezamos por esta ensalada de tomate, ñoras y sardinillas. Un plato rico y fresco donde el pan debe acompañar siempre, que aunque esté feo mojar, este es un plato que necesita ser sopado.   







                                    




Mini hamburguesas, una de carne y otra de marisco. Un bocado muy bueno, sólo para seguir después con algo más contundente.


Un jamón espectacular



y.....



Un entrecot de chato murciano, con patatas a lo pobre, espectacular de sabroso y tierno.

De postre un sorbete de piña y otro de albaricoques, estupendos para aligerar un poco el estómago.




Todo esto, servido por Antonio, que ayer celebraba su santo y, que nos atendió como sólo el sabe hacer, maravillosamente.













Restaurante El Churra
C/ Obispo Sáncho Dávila, 13
Tfn.: 968271522
Murcia













                                                                                                            
                                                                                                                                                                                                                                  














                                                                                                                                                                                                                                 



















sábado, 7 de junio de 2014

Bocanegra

Situado en un polígono industrial, está este restaurante, perteneciente al grupo Indalo, que nos sorprendió no sólo por sus platos, elaborados con productos de muy buena calidad, sino por su cerveza. 
 Cuando nos sentamos y nos trajeron la cerveza, no pude más que sorprenderme por su sabor. Me recordó a la bitter inglesa, ese sabor tan especial que no había vuelto a probar desde que vivía allí.
 Junto a la cerveza, como es norma en Almería, llegó la tapa; unas migas con boquerones, chorizo picante y morcilla realmente ricas.


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

Viendo el tamaño de los platos, no quisimos pedir demasiado porque después salíamos de viaje y no es recomendable ir con el estómago lleno; Así que pedimos una ensalada y un secreto ibérico a la plancha.



La ensalada hecha con tomate de huerta (no de invernadero) con ese sabor y perfume que, prácticamente ya no encuentras en ninguna parte. Una ensalada muy completa y de un tamaño descomunal. 

                                                                                                                                                                                                                 
                                                     El secreto ibérico, supertierno, en otro plato enorme, con unas patatas cocidas y luego fritas, con una salsa mayonesa con tomate (no ketchup) que estaba deliciosa.





Nos encantó el sitio. Un lugar amplio, con mucha luz, muy limpio y lleno hasta la bandera. La carta es muy extensa, tienen menú por 12€ pero si comes a la carta, tampoco es caro, teniendo en cuenta el tamaño de los platos y la calidad de los productos.













Para los nostálgicos de la Estrella de Levante, una colección de las primeras botellas que salieron al mercado de nuestra cerveza murciana.




                           









Pero lo que nos llamó la atención, es que desde el mismo restaurante, a través de una enorme cristalera, estás viendo la fábrica de cerveza artesanal, que es la misma que se sirve en el comedor y la barra y que, muy amablemente, nos enseñaron y en la que aprendimos su proceso de elaboración y envasado.


                                                                                            












La Fábrica
Como hemos comentado antes, el proceso es totalmente artesanal. Distintas fórmulas para distintos tipos de cerveza, según para donde sea su posterior destino y gusto de los habitantes del mismo. Pero todo empieza por lo mismo, la elección de la cebada.
                                                                     No se distingue muy bien, pero estas dos son diferentes. Una es más oscura que la otra. Hay muchos tipos, hasta negra; dependiendo del tipo de cerveza que se vaya a hacer.
Nos explicaron que muchas veces, siendo España un país de gran producción de cereales, la tienen que traer de fuera.




Luego echan la cebada a este "rompedor de grano", no la muele, sólo abre el grano para pasar, a continuación a esta cuba, llena de agua, donde se termina de abrir y en la que se extrae el caldo.
















Luego, este caldo pasa a un colador. Aún no tiene el amargor de la cerveza. La cebada es dulce. Digamos que es el caldo original.  
Los restos de cebada, pasan a convertirse en pienso para gallinas.
 El siguiente paso es añadir el lúpulo, que le dará el amargor y los aromas, además de ser un antioxidante y conservante muy interesante porque, el lúpulo tiene unas características organolépticas que son únicas.



El lúpulo que ha de ser hembra, se cuece en el caldo de cebada y cuando ya está listo, ese caldo resultante pasa a cubas, mientras que el lúpulo se tira, porque no sirve ya para nada
En las cubas, el proceso de fermentación dura varios días. El filtrado se hace mediante frío, no está pasteurizada ni alterada en lo más mínimo.























En estas cubas es donde fermenta la cerveza y, cuando ya está filtrada, va pasando por estos tubos a otra cuba final, de donde se extraerá el maravilloso líquido que tanto nos gusta a través de estos cuatro grifos, donde se colocan las botellas, para acto seguido poner la chapa, de una en una y de forma manual, como se ve en la fotografía.


                                                                                                                                                     












El resultado final es una cerveza elaborada artesanalmente, sin CO2 añadido de forma artificial, sin conservantes ni colorantes artificiales, una cerveza auténtica.


Avda. de las Flores, 16
Polígono Industrial Alfa
Huércal de Almería (Almería)
Tfn.: 950 853 097