Situado en un polígono industrial, está este restaurante, perteneciente al grupo Indalo, que nos sorprendió no sólo por sus platos, elaborados con productos de muy buena calidad, sino por su cerveza.
Cuando nos sentamos y nos trajeron la cerveza, no pude más que sorprenderme por su sabor. Me recordó a la bitter inglesa, ese sabor tan especial que no había vuelto a probar desde que vivía allí.
Junto a la cerveza, como es norma en Almería, llegó la tapa; unas migas con boquerones, chorizo picante y morcilla realmente ricas.
Viendo el tamaño de los platos, no quisimos pedir demasiado porque después salíamos de viaje y no es recomendable ir con el estómago lleno; Así que pedimos una ensalada y un secreto ibérico a la plancha.
La ensalada hecha con tomate de huerta (no de invernadero) con ese sabor y perfume que, prácticamente ya no encuentras en ninguna parte. Una ensalada muy completa y de un tamaño descomunal.
El secreto ibérico, supertierno, en otro plato enorme, con unas patatas cocidas y luego fritas, con una salsa mayonesa con tomate (no ketchup) que estaba deliciosa.
Nos encantó el sitio. Un lugar amplio, con mucha luz, muy limpio y lleno hasta la bandera. La carta es muy extensa, tienen menú por 12€ pero si comes a la carta, tampoco es caro, teniendo en cuenta el tamaño de los platos y la calidad de los productos.
Para los nostálgicos de la Estrella de Levante, una colección de las primeras botellas que salieron al mercado de nuestra cerveza murciana.
Pero lo que nos llamó la atención, es que desde el mismo restaurante, a través de una enorme cristalera, estás viendo la fábrica de cerveza artesanal, que es la misma que se sirve en el comedor y la barra y que, muy amablemente, nos enseñaron y en la que aprendimos su proceso de elaboración y envasado.
La Fábrica
Como hemos comentado antes, el proceso es totalmente artesanal. Distintas fórmulas para distintos tipos de cerveza, según para donde sea su posterior destino y gusto de los habitantes del mismo. Pero todo empieza por lo mismo, la elección de la cebada.
No se distingue muy bien, pero estas dos son diferentes. Una es más oscura que la otra. Hay muchos tipos, hasta negra; dependiendo del tipo de cerveza que se vaya a hacer.
Nos explicaron que muchas veces, siendo España un país de gran producción de cereales, la tienen que traer de fuera.
Luego echan la cebada a este "rompedor de grano", no la muele, sólo abre el grano para pasar, a continuación a esta cuba, llena de agua, donde se termina de abrir y en la que se extrae el caldo.
Luego, este caldo pasa a un colador. Aún no tiene el amargor de la cerveza. La cebada es dulce. Digamos que es el caldo original.
Los restos de cebada, pasan a convertirse en pienso para gallinas.
El siguiente paso es añadir el lúpulo, que le dará el amargor y los aromas, además de ser un antioxidante y conservante muy interesante porque, el lúpulo tiene unas características organolépticas que son únicas.
El lúpulo que ha de ser hembra, se cuece en el caldo de cebada y cuando ya está listo, ese caldo resultante pasa a cubas, mientras que el lúpulo se tira, porque no sirve ya para nada
En las cubas, el proceso de fermentación dura varios días. El filtrado se hace mediante frío, no está pasteurizada ni alterada en lo más mínimo.
En estas cubas es donde fermenta la cerveza y, cuando ya está filtrada, va pasando por estos tubos a otra cuba final, de donde se extraerá el maravilloso líquido que tanto nos gusta a través de estos cuatro grifos, donde se colocan las botellas, para acto seguido poner la chapa, de una en una y de forma manual, como se ve en la fotografía.
El resultado final es una cerveza elaborada artesanalmente, sin CO2 añadido de forma artificial, sin conservantes ni colorantes artificiales, una cerveza auténtica.
Avda. de las Flores, 16
Polígono Industrial Alfa
Huércal de Almería (Almería)
Tfn.: 950 853 097
Nos explicaron que muchas veces, siendo España un país de gran producción de cereales, la tienen que traer de fuera.
Luego echan la cebada a este "rompedor de grano", no la muele, sólo abre el grano para pasar, a continuación a esta cuba, llena de agua, donde se termina de abrir y en la que se extrae el caldo.
Luego, este caldo pasa a un colador. Aún no tiene el amargor de la cerveza. La cebada es dulce. Digamos que es el caldo original.
Los restos de cebada, pasan a convertirse en pienso para gallinas.
El siguiente paso es añadir el lúpulo, que le dará el amargor y los aromas, además de ser un antioxidante y conservante muy interesante porque, el lúpulo tiene unas características organolépticas que son únicas.
En las cubas, el proceso de fermentación dura varios días. El filtrado se hace mediante frío, no está pasteurizada ni alterada en lo más mínimo.
En estas cubas es donde fermenta la cerveza y, cuando ya está filtrada, va pasando por estos tubos a otra cuba final, de donde se extraerá el maravilloso líquido que tanto nos gusta a través de estos cuatro grifos, donde se colocan las botellas, para acto seguido poner la chapa, de una en una y de forma manual, como se ve en la fotografía.
El resultado final es una cerveza elaborada artesanalmente, sin CO2 añadido de forma artificial, sin conservantes ni colorantes artificiales, una cerveza auténtica.
Avda. de las Flores, 16
Polígono Industrial Alfa
Huércal de Almería (Almería)
Tfn.: 950 853 097
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